Today, made available online free: the article In Spanish. Citation of book on nature conservation (authors of the book: A.V.Yablokov, S.A.Ostroumov). The book in Spanish. https://www.researchgate.net/publication/311707861;

Today it was made available online free: the article

In Spanish. Citation of book on nature conservation (authors of the book: A.V.Yablokov, S.A.Ostroumov). The book in Spanish. https://www.researchgate.net/publication/311707861;

http://5bio5.blogspot.com/2016/12/today-it-was-made-available-online-free.html

Rolando Medina Peña y Arturo Bofill Placeres (2016): “Protección del medio ambiente y sus 
Ecosistemas:  una  mirada  desde  la  sociopedagogia”,  Revista  Contribuciones  a  las  Ciencias 

Sociales, (octubre-diciembre 2016). En línea;
Citation of the book:
“Conservación  de  la  naturaleza   viva:  problemas  y 
perspectivas”,


**
Diciembre 2016 - ISSN: 1988-7833
* Licenciado en derecho, Máster en Ciencias Sociales y Axiología, Candidato a Doctor en Ciencias Jurídicas en la Pontificia 
Universidad Católica de Buenos Aires, Argentina, autor de varios artículos científicos en la rama del derecho, ciencias 
sociales y pedagogía
** Ingeniero Industrial, Doctor en Ciencias Económicas, sus principales trabajos de investigación han estado relacionados 
con la Gestión en la Educación Superior, Gestión Turística y Gestión de inventarios. 
PROTECCIÓN DEL MEDIO AMBIENTE Y SUS 
ECOSISTEMAS: UNA MIRADA DESDE LA SOCIOPEDAGOGIA
M.Sc Rolando Medina Peña *
Universidad Metropolitana del Ecuador Sede Machala
rolandormp74@gmail.com
Dr.C. Arturo Bofill Placeres **
Universidad Metropolitana del Ecuador Sede Machala
arturobofill@gmail.com

Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

Rolando Medina Peña y Arturo Bofill Placeres (2016): “Protección del medio ambiente y sus 
Ecosistemas:  una  mirada  desde  la  sociopedagogia”,  Revista  Contribuciones  a  las  Ciencias 
Sociales, (octubre-diciembre 2016). En línea:
http://www.eumed.net/rev/cccss/2016/04/ecosistema.html

Resumen:
En  el  recorrido  realizado  en  nuestro  trabajo,  hemos  pretendido  abordar  desde  posiciones 
históricas,  sociales,  axiológicas,  pedagógicas  y  didácticas,  el  reconocimiento  e  importancia  de 
interrelacionar estas ciencias para lograr una correcta educación y concientización en la protección 
del medio ambiente  y sus ecosistemas.  A pesar de confirmarse la necesidad de perfeccionar la 
educación ambiental desde la enseñanza superior, los aspectos que aquí abordamos, pueden ser 
utilizados  por  distintos  entes  sociales,  siempre  y  cuando  se  motiven  a  lograr  una  integral 
protección medioambiental, sirviéndole de referente teórico práctico para tales fines, así como de 
orientación  para  el  mejoramiento  de  las  condiciones  materiales,  culturales  y  espirituales  que 
permitan al hombre satisfacer sus múltiples necesidades y en especial sus necesidades básicas. 
Este  deberá  ser  el  eje  del  contenido  de  la  educación  ambiental  lo  que  implica,  de  hecho,  una 
educación para el desarrollo sostenible que la humanidad necesita.
Palabras Claves: Medio ambiente, ecosistemas, didáctica, naturaleza, sociedad.
Abstract: 
In the course of our work, we have tried to approach from historical, social, axiological, pedagogical 
and didactic positions, the recognition and importance of interrelating these sciences to achieve a 
correct  education  and  awareness  in  the  protection  of  the  environment  and  its  ecosystems. 
Although  the  need  to  improve  environmental  education  from  higher  education  is  confirmed,  the 
aspects we address here can be used by different social entities, as long as they are motivated to 
achieve an integral environmental protection, serving as a theoretical reference for such purposes, 
As well as guidance for the improvement of material, cultural and spiritual conditions that allow man 
to meet his multiple needs and especially his basic needs. This should be the core of the content of 
environmental  education,  which  implies,  in  fact,  an  education  for  sustainable  development  that 
humanity needs.
Keywords: Environment, ecosystems, didactics, nature, Society. 
1. DESARROLLO
1.1. El medio ambiente. Síntesis de algunos elementos históricos como partida.
La   unidad  naturaleza-hombre-sociedad  es  un  importante   postulado  del  Marxismo  y  con  él  se 
fundamenta  metodológicamente  el  enfoque  de   numerosas  problemáticas  relacionadas  con  el 
medio   ambiente.  Existen   afirmaciones  de  los  fundadores  del  Marxismo  en  cuanto   a  las 
características de la relación hombre-naturaleza. Una de las más importantes es la que postula 
que "la naturaleza es para el hombre un eslabón que relaciona al hombre con el propio hombre" 
(Marx y Engels, 1976: 48). 
Un jefe Seattle
1
, de la tribu Suwamish (1855), escribiría  en respuesta a uno de  los presidentes 
de los estados Unidos  "  Los ríos son nuestros hermanos, sacian nuestra sed. Los ríos cargan 
nuestras canoas y alimentan a nuestros niños. Si les vendemos nuestras tierras, ustedes deben 
recordar y enseñar a sus hijos que los ríos son nuestros hermanos, y los suyos también. P or lo 
tanto, ustedes deberán dar a los ríos la bondad que le dedicarían a cualquier hermano ”
Hombres,   de  diferentes  latitudes  geográficas  y  diversas  culturas,  coinciden  en  advertir  la 
compleja y recíproca interrelación entre los seres humanos, el resto   de los seres vivos y la 
naturaleza,   en  general,  considerándose  en  las  doctrinas  científicas  como  ecosistemas 
medioambientales.
Es frecuente definir a la  naturaleza como el conjunto, el  orden  y  la disposición  del mundo 
material  en  que  se   desenvuelve   el   hombre.    Aun    cuando   esta   definición   no   satisface 
nuestra concepción del hombre como ente natural-social, tampoco niega la certeza de la 
afirmación   marxista   relacionada   con    el  condicionamiento   mutuo   de   la  historia  de  la 
naturaleza y la historia humana; actualmente la relación hombre-naturaleza se concibe 
como relación sociedad-medio natural, o sea, ante todo como algo social (Guerásimov, 1976: 
21). 
Del análisis integral de estos elementos, podemos precisar tres aseveraciones fundamentales: 
  En el desarrollo de la naturaleza, el hombre surge. 
  En la naturaleza encuentra el hombre las condiciones naturales y los recursos 
que le permiten subsistir y desarrollarse. 
  El contacto fundamental entre el hombre y la naturaleza es la práctica productiva del 
hombre. 
Los enfoques antropocéntricos han  influido en    una ubicación sobrenatural  y  hasta a  veces 
prepotente  de  la  especie  humana   en   relación    con   los   restantes  componentes  del   medio 
natural. En el Génesis se plantea: "Tener dominio sobre los peces del mar, sobre las aves 
del cielo, los animales domésticos y salvajes y los reptiles"
2
, aunque la religión cristiana no es 
partidaria de la intervención del hombre en el orden natural. 
En  el decurso de los tiempos e  incluso, en la actualidad, persisten tendencias a entender, 
como tarea importante del hombre, el  sometimiento de la naturaleza. En nuestra América, no 
tardaron  en  hacerse  palpable   pensamientos  egocéntricos  ambientales  del  humano 
supuestamente  racional,  pero  sin  una  visión  íntegra  de  lo  frágil,  delicado  e  importante  de  los 
ecosistemas, no careciéndose de manifestaciones y consignas  tales como "el hombre puede más 
que la  naturaleza",  llegando a la vanagloria triunfalista de concebirse el terreno desmontado o 
el pantano desecado como resultados positivos del desarrollo y el poderío técnico alcanzados. 
En  el  Siglo  XIX,  precisiones  emitidas  por  clásicos  marxistas  aleccionaban  que  el  hombre  el 
verdadero  dominio  del  ser  humano  sobre  la  naturaleza,  consistía  en  lograr  interiorizar  y  aplicar 
consecuentemente sus leyes
3
.  Contraproducentemente con este siglo,  No siempre el hombre tuvo 
una relación ecológicamente antagónica con su ambiente,  los habitantes del período prehistórico 
mantuvieron  relaciones  de  predación  con  su  medio  natural,  respetando  su  equilibrio  en  sus 
relaciones de sustento, basadas fundamentalmente en la caza, recolección y pesca.  
Con  el  propio  desarrollo  de  la  humanidad  en  sus  formaciones  precapitalistas,  aparecen  las 
actividades  agrícolas  y  ganaderas,  que  inician  el  desequilibrio  ambiental,  incidiendo  en  gran 
medida  el  proceso  de  perfeccionamientos  de  los  instrumentos  de  trabajo,  haciéndose  cada  vez 
más  extensas  las  áreas  deforestadas  y  los  ecosistemas  alterados  de  su  ambiente  natural.  La 
fauna cayó bajo el impacto mortífero de armas cada vez más sofisticadas, aunque el daño 
mayor a estos recursos lo vemos en la devastación de bosques naturales con  diversos
fines. En general la producción, con sus demandas de materias primas y   con sus desechos, 
constituye un factor cada vez más influyente en los problemas de la calidad ambiental. 
El capitalismo es la fase en que, aún cuando la ciencia y la técnica registran avances
sustantivos, el poder humano para afectar la naturaleza se incrementa  desmedidamente; 
concebir el ambiente como fuente de materias primas, determina las relaciones de rapiña  con 
la naturaleza. La flora y la fauna, consecuentemente, son afectadas. Comprendemos, en 
esta misma etapa, cómo la progresión notable de la ciencia y la técnica acentuaron los 
problemas ambientales como nunca antes. 
Tres  direcciones  fundamentales  según  nuestro  juicio,  agudizan  esta  vital  problemática:  la 
contaminación ambiental, la explotación irracional de los recursos y el peligro de la guerra, 
que incluye la amenaza nuclear. La biosfera ha sido nuestra compañera de infortunios ante 
estas problemáticas. Ella ha recibido, con mucho rigor, el impacto de la acción antrópica 
de modo directo, o indirecto, por las consecuencias ambientales de estas acciones. 
Una    interesante forma de relación hom bre-naturaleza, que contribuyó  a estrechar estos 
vínculos y a consolidar la posición de muchos animales en el plano afectivo del hombre, es 
la   domesticación.  Sobre  su  origen  en  la  historia,  hay  más  d e  una   explicación:  una  de  las 
variantes,   planteadas  se   basa    en   el   testimonio   etnográfico   en  cuanto   a  grupos  de 
cazadores que llevaban a sus moradas las crías de animales que cazaban    ( Ribeiro, 1992: 
39);    otras,  interpretan   que   la  creciente  solvencia  nutricional   del   hombre  atrajo,   a  su 
proximidad, algunas especies que se acercaban con el fin de alimentarse de los desperdicios 
de sus banquetes o sus cosechas (  Bernal,  1986: 45), planteándose a los perros como los 
primeros en acogerse a esta condición en el paleolítico. 
Los   datos  coinciden  en  situar  a  la  domesticación  en  la   base   de  la   posterior  explotación 
económica de los animales; en cuanto a sus orígenes , es difícil aceptar que haya tenido lugar 
de un modo único; a los mecanismos aquí  mencionados, pudieran agregarse otros que 
actuaron aislados o simultáneos. Existe, además, la posibilidad de que, en situaciones 
de desastres, tales como huracanes, incendios, inundaciones  y heladas, la necesidad de 
sobrevivencia  condujera  a  que  hombres   y    animales   salvajes   convivieran  en   pequeños 
espacios, como islotes, balsas o cuevas, donde se establecieran vínculos, antecede ntes de 
este tipo de relación. 
La domesticación, además de su repercusión posterior en la producción pecuaria, constituyó
una vía concreta de que conociéramos mejor a los animales, sus particularidades y sus 
necesidades biológicas, y lo que es muy importante, se materializara, en el plano ecológico y 
afectivo,   la   posibilidad   de  convivencia  del  hombre  con  otros  miembros  de   su  reino  en   el 
planeta. 
Se plantea que la extinción  de los grandes animales obligó  al hombre a dejar la caza y 
dedicarse a la ganadería y a la agricultura (Paskang y Rodsievich, 1983:165), esta extinción se 
ha atribuido a las técnicas de caza del paleolítico (Bernal, 1986:80). Lo cierto es, que se ha 
comprobado diversas causales  de desaparición de especies, en donde  los cambios climáticos y 
otros factores, pueden haber influido. 
Coincidimos    con   la  concepción  de  la  caza,  como    fuente    casi  exclusiva  de  alimentación, 
durante las tres cuartas partes  de la historia humana (Paskang y Rodsievich,  1983:164), lo que
ratifica  la  función   de  la   fauna  en  nuestro   surgimiento   y  desarrollo.    El   enfoque    de    la 
posibilidad de que la agricultura y la ganadería atenuaran el impacto sobre la fauna 
(Bernal, 1986: 76), es mucho más discutible; el    principal enemigo de la fauna, en todos los 
tiempos,   fue   la   degradación   de  sus   ecosistemas  naturales,  hecho  muy  relacionado  con  la 
extensión de la agricultura y la ganadería.
En otro sentido, la actividad agropecuaria sería un punto importante de desarrollo de la 
concepción causa-efecto en relación con los seres vivos, ya que el hombre  necesitó  conocer 
sobre  sus  ciclos  de   vida  e  incluso,  aspectos  ecológicos,  aunque  a   un   nivel  ontogen ético, 
elemental y práctico. 
Partiendo de  los estudios de J. Bernal, se puede resumir que, durante la antigüedad, se 
impusieron teorías ingenuas o místicas, que confundían la comprensión de la naturaleza. 
Las ciencias naturales no fueron mucho más allá  de catálogos discursivos, basados en 
observaciones  comunes  de   pescadores,    agricultores,   etc.  Sin  embargo,   se   plantea   que, 
mucho tiempo después, perduraba la creencia de que estos antiguos habían logrado un 
gran conocimiento de  la naturaleza (en el sentido de su dominio). Se decía, por ejemplo, 
que "Alejandro, instruido por Aristóteles (...) podía volar por el aire en un carro ar rastrado 
por águilas" (Bernal, 1986:194). 
Dentro de los adelantos que el hombre logra en los primeros dos tercios del milenio, hay algunos 
que alcanzaron una incidencia especial en el marco natural y social; entre ellos, debemos 
destacar la pólvora, el cañón y la escopeta, que no sólo colocaron al hombre c ivilizado en 
una   situación   de    clara   superioridad    frente    a   "nativos"   (Bernal,  1986:  96),   sino    que 
devinieron una mortífera vía de aniquilamiento de especies animales y vegetales.   En este 
mismo orden podemos citar como claras evidencias históricas-  sociales: El cañón arponero fue el 
enemigo mortal  para las ballenas, similar al que constituye hoy la sierra eléctrica para los 
ecosistémicos boscoso del mundo.
La  época  medieval,  en  general,  no  aportó  cambios  sustanciales   al  conocimiento    de   la 
naturaleza, ni a las normas de relación medioambientales. En los estudios de las diferentes 
posiciones científico-filosóficas posteriores, alrededor de nuestro objeto, se sigue enfatizando 
en el hombre como    dominador de los ecosistemas: "El naturalista puede ser útil para 
promover   el  imperio   del  hombre"  (Bernal,  1976:  112),    resultando  este   criterio  el  que  en  un 
momento dado contribuyó  al impulso de las ciencias naturales, pero regidas  por su fuerte 
carácter  antropocentrista,  las  cuales  llegaron  no  solo  a  ser  discrepadas  por   el  sacerdote, 
maestro, escritor, filósofo y político cubano Félix Varela, sino denunciadas, al expresar: "el hombre 
todo lo refiere a sí  mismo, y lo aprecia según las utilidades que le produce" (Varela, 1992: 
152). 
La  presentación  por  Carlos  Darwin  (Siglo  XIX)  de  una  teoría  evolutiva  más  convincente
4

contribuyó  al  combate  a  las  doctrinas  de  las  formas  ideales  (Platón)
5
o  de  las  causas  finales 
(Aristóteles)
6
,  pero  la  magnitud  de  la  misma  radicó  según  (Bernal,  1986:  510),  en  el 
establecimiento de un principio unificador para el universo de los seres vivos, es decir que ya se 
iniciaba  el  abordaje  teórico  de  lo  que  posteriormente  las  distintas  ciencias  validarían  como 
ecosistemas.
En estrecha relación a la praxis  de las ciencias naturales, la agricultura, la medicina  y 
otras, se desarrollaron  también en este período un conjunto de saberes (conocimientos)  que 
serían básicamente im prescindible para la comprensión posterior del componente biótico, su 
importancia   en  la  naturaleza,  sus  exigencias  y   los  efectos  d el  factor  antrópico  sobre  este, 
destacándose los trabajos en   sistemática de   Yablokov y la develación del ciclo de los elementos 
de Liebig
7
.
Los estudios bioquímicos, en general, sirvieron para el posterior conocimiento de la 
interacción química entre los organismos, de la acumulación de cont aminantes en los seres 
vivos   y   de   sus  efectos.  La     genética    (G.   Mendel)
8
fue   más   adelante   una    de    las 
disciplinas llamadas a argumentar la protección de los seres vivos, planteando el problema de 
la  conservación  del   fondo   de  genes ,    enriqueciendo  el    concepto    de  biodiversidad.  Los 
estudios biogeográficos dieron una visión más amplia de la flora, la fauna y los biomas terrestres. 
En el  andar transitorio hacia el siglo XX, se fueron abriendo camino  la biología del desarrollo, 
la fisiología y la palentología, entre otras, pero enfatizamos en la teoría de la evolución que, 
desde   el   plano   científico-natural,  ayudó  al   hombre   a  encontrar  su  lugar  en  la  naturaleza" 
(Bernal,1986:  121);  y  en  el  desarrollo    de    concepciones   filosóficas     renovadoras    que, 
encabezadas por el materialismo dialéctico e histórico ( C. Marx y F. Engels), contribuyeron a 
una visión más objetiva del mundo, desplazando el antropocentrismo, el idealismo metafísico y 
otras   muchas   tendencias   que  no  favorecían   la   marcha   de    la   sociedad   hacia   la 
optimización de la   relación hombre-naturaleza. 
No obstante, el saldo positivo en el campo científico y  socio filosófico  tuvo gran influencia 
en los avances logrados en el siglo XX. La concreción de las ideas sobre la necesidad de 
proteger el medio ambiente tuvo su inicio más patente en la segunda mitad del    siglo XIX, donde 
predominó  la  idea  de  la protección, en contradicción  antagónica con la  utilización, resultando la 
veda una vía fundamental protectora, naciendo en ese entonces muchos de los territorios vedados 
en América del Norte y Europa.  Estas ideas permanecieron vivas hasta la  primera mitad del siglo 
XX.
Constituyeron características distintivas en la actividad protectora medioambiental en este período,
el predominio de iniciativas particulares mediante recursos recabados con abnegación y 
también  el  florecimiento  de  sociedades   con     estas  mismas  características,  el  nacimiento  y 
modificaciones de legislaciones ambientales, las cuáles fueron abordando temas novedosos en la 
Ciencia Jurídica para su época, como la prevención y las responsabilidades, tanto públicas como 
privadas, no obstante, no fueron ni son suficiente para impedir la continua  depauperación de los 
ecosistemas medioambientales.
Un estudio, que realizamos  partiendo del derecho comparado,  en cuanto al cumplimiento de
las  legislaciones  ambientales  en  el  continente  americano,    nos    arroja,   como  dificultad   más 
sobresaliente, sobre todo, en la primera mitad del siglo XX, la certidumbre del incumplimiento 
reiterado de estas regulaciones que, en sentido general, han  tenido un carácter positivo. 
1.2.  Ciencia,  producción  y  medio  ambiente.  Relación  necesaria,  pero  no  del  todo 
observada.
En un trabajo de esta naturaleza, no debe faltar el análisis de la categoría producción, y su 
vinculación con todos estos factores, así como un balance de beneficios y perjuicios hacia el 
patrimonio del hombre en general, que se derivaron del proceso de creación de bienes 
materiales necesarios para la existencia de la sociedad humana. 
Hay que valorar, en todo el período conclusivo del siglo XIX y gran parte del XX, los efectos 
que en este campo de la protección puede haber ejercido el hecho de que la ciencia 
estuviera al servicio  del lucro privado (Bernal  ,  1986: 134), así  como la mentalidad científica 
pesimista que predominó en la transición entre ambos siglos. Pero, no obstante, la ciencia y la 
técnica no dejaron de desarrollarse y se  acentuó" la comprensión de la protección de la 
naturaleza como condición necesaria para  el desarrollo de la economía.
Partimos  del  modo  de  producción  como  determinante  de  la   sociedad  misma,    de   sus   ideas 
dominantes, sus concepciones  y sus instituciones,  y de las fuerzas productivas como 
principal   factor    (medios   de   producción   y   hombres),    que   expresa   la  relación   de  los 
productores con los objetos y con las fuerzas de la naturaleza y sus ecosistemas, utilizadas 
para producir bienes materiales necesarios.  A la vez, dentro del modo de producción, 
consideramos    las  relaciones   de   producción,  tomando  como  básicas   las   relaciones   de 
propiedad sobre los medios de producción y su incidencia en nuestro objeto de estudio, así 
como   otras   categorías  relacionadas,  como  distribución   y  consumo,  vinculadas  igualmente  al
problema de la protección. 
Primordial  resultan  las  políticas  empleadas  para  gobernanza  de  la   producción  (la  economía), 
incidiendo  estas  en  gran  medida  a  actuar  como  freno  o  desarrollo  en  la  solución  de  la 
contradicción entre la necesidad de cantidades de recursos y la protección de la naturaleza. En 
relación con el aumento de la productividad, pensamos que este hecho, en el campo de la 
actividad   agropecuaria,    tiene  incidencia   directa  en   la  no  utilización    de    nuevas    tierras 
vírgenes para dedicarse a la agricultura y la ganadería. En esto, también desempeña una 
importante función la selección genética de plantas y animales. Este trabajo de mejoramiento 
de razas y variedades se conjuga con procesos biotecnológicos para la multiplicación de la s 
unidades reproductivas y el mejoramiento del potencial biótico. 
Estos últimos avances han tenido aplicación en la salvación de especies amenazadas pero, en 
menor  escala,  su  mayor   utilización  ha   sido   en  el  desarrollo  de  la  producción  y,  de   modo 
mediato,   evitando  la   necesidad   de   desmontar  ecosistemas   naturales  para   lograr  nuevas 
producciones.  La  racionalidad  en  la  producción  ahorra  recursos  que,  de  un   modo  o  de   otro, 
provienen de la naturaleza. 
El   hombre   ha   ido  obteniendo  modestos  logros  en  este  campo,  pero  para  nada  permiten 
versionar un futuro deseable.  No obstante  a    estos logros, los daños a los recursos naturales 
básicos para la subsistencia humana han sido considerables. En el curso de quinientos años, en 
el  mundo  se  han  destruido  cerca   de  dos    tercios    de  los   bosques   existentes  (Jachaturov, 
1988:.23).
La  planificación  económica,  bajo  la  supervisión  gubernamental,  es  un  aspecto  de  obligada 
referencia en este complejo tema. Varios países trabajan en coalición el  tema de la preservación 
de los ecosistemas desde una perspectiva de planificación económica, entre ellos Cuba, Ecuador, 
Venezuela,  Argentina,  Colombia,  entre  otros,  resultando  una  vía  organizada  para  proyectar   y 
ejecutar la utilización integral de los ecosistemas, abarcando la tala, la agricultura en general, la 
piscicultura,  la   pesca    y   la  caza,  reforestación,   la  planificación  de  reservas,  la   protección  e 
introducción controlada de nuevas especies, por solo mencionar algunos resultados. 
Para  lograr  esa  correcta  planificación  es  necesario  tener  en  cuenta  entre  otros  elementos,  la 
interpretación  de que en la  naturaleza todo está indisolublemente  interrelacionado (integridad), 
los procesos y fenómenos ocurren con determinada periodici dad (ritmicidad), como sucede, 
por ejemplo, en el ciclo de los materiales; estos procesos no se interrumpen (continuidad), y el 
todo es único y a la vez diverso (diferenciación espacial), además de que  la conservación de la 
materia viva refleja la esencia del problema de la protección del medio ambiente    al decir de 
(Yablokov y    Ostroumov,  1984:  233);  llegar a esta conclusión, resulta de importancia 
trascendental para orientar las acciones científicas, económicas  y sociales, que tiendan a 
solucionar el equilibrio de nuestros ecosistemas ambientales.
1.3. Ecología y biodiversidad. Sólo apuntes.
Es importante apreciar el valor ecológico de la biodiversidad en sus tres niveles: 
ecosistémico,  específico y  genético,  y entender el  importante desempeño de la fauna en el 
equilibrio ecológico, mediante su participación en el ciclo de materiales, en la regulación de 
las poblaciones y en la reproducción de las plantas (polinizaci ón y dispersión de las semillas), 
así  como formas no menos importantes de la utilización directa, como el control biológico 
de plagas y la comprensión cabal de la dimensión estética de la flora y la fauna, más  allá
de una función ornamental  en los ámbitos antropizados. 
En la actualidad, no puede hablarse de una teoría acabada sobre la conservación de los seres 
vivos; sin embargo, hay un grupo importante de postulados que resumen preliminarmente 
los conocimientos alcanzados; estos son, en síntesis: 
  Existencia de la vida en forma de biogeocenosis. 
  Variedad cualitativa, como base,
  Autoconservación, como propiedad principal de la vida. 
  Carácter único del fondo de genes de cada especie. 
  Existencia de estrechos vínculos interespecíficos.
  Integración de las poblaciones en un sistema.
  Tamaño de la población, como factor importante de conservación. 
  Conservación de la naturaleza, como condición para un desarrollo socioeconómico 
armónico.
  Conservación de la materia, viva como aspecto prioritario a considerar en el sistema de 
valores y principios éticos del  hombre.
De estos postulados, se derivan vías concretas para la protección de la fauna silvestre, 
entre  las que se destacan: conservar las biogeocenosis, as! como la variedad cualitativa y el 
genofondo;  priorizar  la  protección  de  poblaciones  pequeñas   y  armonizar   el  desarrollo 
socioeconómico con las potencialidades naturales del territorio. 
A la  luz de un pensamiento ecológico más avanzado, hemos podido comprender el daño que 
causamos  al  medio  ambiente,  por  la  falta   de  planificación   centralizada,  la  contaminación,  la 
destrucción y la fragmentación del hábitat, el carácter privado    de muchos recursos, en 
contradicción con la necesidad de protegerlos, el alto porcentaje de introducción, la gran 
carga recreativa en los ecosistemas y otros factores de esta índole, que se traducen, según A.V. 
Yablokov  y  S.A.  Ostroumov  (1984),   en  pérdidas    económicas   ,   pérdidas   sociales   no 
calculables y oportunidades perdidas. . Los cálculos más conservadores establecen entre 5 
y 7 millones de dólares el costo de  una especie que se extingue. 
1.4.  Socio  pedagogía  general  y  ecosistemas  ambientales.  Elementos  para  la  reflexión 
educativa y guía epistemológica.
Internacionalmente  no  ha  dejado  de  ser  una  preocupación  para  la  enseñanza  superior,  como 
responder eficientemente y no con ciertas limitaciones, a  la interrogante en cuanto a cómo influir 
en   las   nuevas  generaciones,  para  incrementar  la  participación  en  la   protección  del   medio 
ambiente  y  sus  ecosistemas.  Tema  que  a  pesar  de  reconocer  que  se  trabaja,  no  siempre  se 
tienen en cuenta algunos elementos técnicos necesarios para lograr este fin.
Nuestra  intención de  abordar determinados conocimientos  y habilidades básicas, vinculados a 
actitudes y conductas que favorezcan la intervención de los alumnos en la protección del medio 
ambiente  y  sus  ecosistemas,  tiene   sus   bases  psicológicas  en  los   aspectos   estructurales   y 
funcionales de la personalidad, en especial, en la mediatización de las operaciones cognoscitivas 
en las funciones reguladoras, en un nivel consciente volitivo, que se exprese en valores  positivos 
elevados,  que  se  determinen  los  conocimientos,  las  habilidades   y  sus  vías  de  tratamiento, 
precisamente en función de esos procesos valorativos, teniendo en cuenta que "la información 
que no se integra en sistemas personalizados se conserva como esencialmente reproductiva y 
pasiva, careciendo de valor para la regulación del comportamiento" ( Mitjáns, 1989:37-38).
Existen numerosas definiciones de actitud, en las cuales esta se concibe como: expresión integral 
de  la  personalidad,   preparación  para   realizar   ciertos   actos,   predisposición   que   orienta   el 
comportamiento  del  sujeto,  disposición  en  relación  con  el   objeto  y  otras.  La  variedad  de 
definiciones tiene, como elemento común, la manifestación concreta de la personalidad hacia los 
objetos,  los   sujetos  y  las  situaciones,  de  un  modo  integral,  que   incluye  lo  comportamental,  lo 
valorativo y lo emocional.
Existen   numerosas  teorías  y  enfoques  que  tratan  de   explicar   la  formación  y  el  cambio  de 
actitudes; el estudio de las posiciones de varios  autores
9
, nos condujeron a concluir que  en 
esta labor son importantes:
  Las vivencias y las experiencias que adquieren relevancia para el alumno.
  Los contenidos de la información que modifican sus creencias.
  La imitación de personas con quienes el alumno se identifica.
  Las acciones didácticas que vinculen la enseñanza con las necesidades del alumno, 
principalmente   con   las   necesidades  superiores   que  garantizan  la   expresión  activa  y 
creadora de la personalidad.
Somos del  criterio de que aquellos contenidos que inciden marcadamente en la formación 
de actitudes (por ejemplo: importancia de los ecosistemas boscosos), deben enseñarse en 
relación con las necesidades básicas del hombre.  Estudios importantes realizados por uno de los 
más  destacados  teóricos  de  la psicología  del  desarrollo,  fundador  de  la psicología  históricocultural y claro precursor de la neuropsicología soviética  (Vygotski, 1988: 76), siempre enfatizó en 
lo primordial  en la actividad y  su unidad indisoluble con la psiquis, la que se forma y se manifiesta 
en  la   actividad,   bajo   la   influencia   de   los   factores   histórico-culturales    y  sociales   que 
posibilitan el desarrollo. El  enfoque  histórico-cultural estableció  una relación entre la actividad 
y la comunicación, en el proceso de interiorización de las formas sociales de actuación, en el 
proceso  de  socialización,  por  lo  que  puede   afirmarse   que   la  comunicación  es  uno   de   los 
elementos desarrollados por este enfoque
10
.
Partiendo como base del enfoque histórico-cultural, este nos ilustra los elementos a considerar en 
la  organización  de  los  aspectos  didácticos  a  tener  en  cuenta  cuando  requerimos  preparar  en 
temas ecosistémicos ambientales; uno de estos aspectos a destacar es el estudio de la acción y 
sus  características,   que   se  concibe  en  tres   etapas   fundamentales:  orientación,   ejecución  y 
control, sobre una base motivacional, una orientación adecuada y un control variado.
En  relación  con  las  características  de  la  acción  y  sus  etapas   de  formación,   destacamos   la 
importancia  de  la   forma   material   o  materializada:  dar  al  alumno  objetos  reales,  modelos  y 
esquemas, a partir de  una base orientadora de la acción con un sistema de indicaciones  que 
tenga en cuenta que las    tendencias cambiantes, según (Rico y  Silvestre,1997: 46), proponen la 
participación de los alumnos en la fase de orientación. 
La importancia axiológica de estos elementos la encontramos según nuestro juicio, en el carácter 
consciente  de la acción,  ya que para el cumplimiento de nuestros fines sicopedagógicos   tiene 
gran   importancia,   al   cumplir    la    acción:  comprenderla,  fundamentarla,  saber  (alumnos  y 
profesores) lo que estamos haciendo y por qué. 
Continuando el referente doctrinal de  la teoría marxista-leninista del conocimiento,  analizamos  la 
práctica  como  criterio  de  la  verdad,  considerada  como  fuente   del  conocimiento   y  esfera  de 
aplicación.  La  práctica,  como   criterio  de   la  verdad,  es  base  del  principio  de  la  relación  de  la 
teoría con  la práctica, a partir del cual, ratificamos la orientación de analizar la práctica, para la 
determinación de los objetivos, as! como de planificar actividades aplicativas del  contenido, 
enriquecerlo  y  perfeccionarlo  en  la  práctica,  y  ejemplificar   con  situaciones   vinculadas 
preferiblemente a lo contextual, todo lo cual favorece la participación de los alumnos.
A pesar del respeto debido, no  asumimos la posición de algunos expertos que plantean que la 
educación  ambiental  sustituye  el  principio  de  la  vinculación   de  la  teoría  con  la  práctica;  este 
principio  nos  ha  orientado   hacia  una   concepción  adecuada  de  la  educación  para  el  medio 
ambiente, en cuanto a combatir las tendencias hacia el teoricismo o el pragmatismo, en este 
y en otros muchos campos del quehacer pedagógico. 
Para contribuir a la participación del sujeto en los aspectos que delimita nuestro objeto, vemos la 
necesidad de realizar un abordaje didáctico, cuyo punto de partida sea el análisis de la práctica 
real,    histórica,   relacionada   con   los   problemas   del    medio  ambiente ,  sus  ecosistemas,   y 
orientándonos, en este caso, hacia aquellos que más afectan en un territorio determinado.
A partir  del análisis de las posiciones de  (Talízina,  1980: 43)  y teniendo en cuenta las leyes 
de la didáctica
11
, valoramos la importancia de que se determinen: un modelo de los objetivos, 
un modelo de los contenidos  y un modelo del  proceso,  en correspondencia con el enfoque 
histórico-cultural; y con la ley didáctica sobre las relaciones del proceso docente-educativo con 
el   contexto  social  (Álvarez,  1996:  52).   La   relación   entre   la  sociedad   y  la  escuela  se  debe 
abordar  con  la  comprensión  de   que  la   sociedad   no   se  conciba  aisladamente,   sino   en 
interacción compleja con la naturaleza; a este complejo de interacción es al q ue denominamos 
medio ambiente. 
La relación entre la derivación y la integración en el proceso docente  -educativo es retomada en 
nuestra posición teórica, para  argumentar cómo nuestras recomendaciones doctrinales  pueden
lograr la aplicación de sus contenidos en el contexto territorial, a la vez que contribuye a 
que la enseñanza tienda, en su  integración, a acercarse a la vida. 
Aun cuando se incorporan elementos teóricos básicos para lograr nuestros objetivos, opinamos 
que una propuesta de este tipo debe ser esencialmente integradora, de manera que posibilite 
el  contacto   de   los  alumnos  con  determinados  objetos  reales    en   el  contexto  territorial.   La 
vinculación de la escuela con la vida incluye la relación de la escuela con una realidad, en la que 
los problemas del medio ambiente tienen una importancia crucial para la salv ación de la propia 
vida y lo que compromete en el futuro de la humanidad.
Es primordial considerar la relación entre la instrucción y la educación en el proceso docente educativo;  esta exige   la  utilización de  las  potencialidades  educativas  del contenido  de la 
enseñanza y establece que las asignaturas encierran grandes posibilidades de actuar sobre la 
conducta de los alumnos (Álvarez, 1996: 59) . 
Al  abordar  los  fundamentos  pedagógicos  generales  que  sustentan  nuestras  reflexiones, 
destacamos la ley de la relación entre la instrucción y la educación, a partir de la cual se hace 
evidente la necesidad de un contenido que sea connotado por los alumnos. El plano institucional 
elegido,  la  escuela,  es  el  ámbito   lógico,  ya   que   es  la   institución  central  del   sistema   de 
influencias  educativas.   Esta   debe  plantearse  la  formación  integral   de   los  alumnos,   con 
orientaciones  valorativas  expresadas  en  sus   formas  de  sentir,  pensar  y  actuar,  que  se 
correspondan con un sistema de valores    e ideales positivos en relación con el medio ambiente, 
sus ecosistemas  y el desarrollo sostenible.
Una tarea importante de nuestra labor es la selección, la elaboración y la síntesis de aquellos 
principios  y  normas  que   se  relacionan   con   este  objetivo  y  promover  su  ejercitación   en   la 
práctica.  Aun   cuando  existen  elementos  de  planificación   para   un   enfoque  ambiental   de  la 
asignatura, en la práctica existen dificultades más o menos patentes; entre las que analizamos: 
partir de un problema no integrador de enseñanza, contenidos centralizados, métodos que 
exigen la actividad cognoscitiva reproductiva, al tratar los temas de importancia y protección, 
formas    de  organización  limitadas  a  la  clase  y  deberes  (tareas)  individual es  para  la  casa,  las 
cuáles evaluamos de manera esquemática, sin tener en cuenta argumentos motivacionales en el 
alumnado.
También   planteamos   otras   dificultades   como   la   carencia    de  materiales  didácticos 
contextualizados, el sistema comunicativo con un modelo de interacción centrado en el profesor, 
el cual presenta dificultades en su preparación para el tratamiento de estos contenidos. 
Con  estas  reflexiones  académicas,  sería  importante  que  desde  la  didáctica  se  busque  el 
perfeccionar la práctica tradicionalista con un enfoque biosferocentrista; lograr la integración en 
un plano contextual, descentralizado en problemas ambientales territoriales, con lo cual se 
contribuye a solucionar la importante contradicción entre centralización y descentralización del 
proceso   docente-educativo;   jerarquizar  estos  problemas  ;  orientar  el  proceso   hacia  la 
sostenibilidad y la calidad de la vida y priorizar la participación.
La vía para lograr este fin, sería la consideración de los métodos  de enseñanza. Partiendo de la 
clasificación   de   los  métodos   según  el  grado  de  participación  ,  el  método   expositivo,  la 
elaboración   conjunta   y  el  trabajo  independiente   marcan   un  ascenso  escalonado  de  la
participación de los alumnos. 
Asumimos    la  posición  de  (Hernández,  1997:  25),  en  cuanto   a   tener  en  cuenta  la  sucesión 
científica  de  la   complejidad  de  las  tareas,  el  aumento  gradual  de  la  independencia,  y  la 
orientación hacia la solución de problemas. Es  medular que los alumnos planifiquen, organicen y 
rectifiquen  sus  acciones,  evitando  aquella  participación  que  "tiende  a  concentrarse  en  la  fase 
ejecutiva del proceso, desconociéndose en muchas ocasiones, la necesidad de que se involucren 
en  la   fase  de  orientación  y  de  que  sean  activos  participantes  en  el   control  de  la  actividad  de 
aprendizaje" (Rico y Silvestre, 1997: 46). 
Resumimos a continuación los elementos fundamentales por los cuales  consideramos debe 
regirse  el diseño de una propuesta  socio pedagógica para  la protección del medio ambiente y sus 
ecosistemas: 
  La naturaleza social de la psiquis, partiendo de la interacción con la realidad mediante la 
actividad  y   la   comunicación;   la  mediatización   de  las  operaciones  cognoscitivas  en  las 
funciones reguladoras del comportamiento, vinculada a la formación de intereses de los 
alumnos hacia las actividades educativas y esencialmente que estos intereses se vinculen a 
necesidades. La necesidad de una base orientadora efectiva que enfatice en el carácter 
consciente de las acciones. Tener en cuenta a la adolescencia como etapa de formas 
superiores en los procesos cognoscitivos, en la cual se agudiza la función crítica del 
pensamiento. 
  La   ley  didáctica  de  la  relación  del   proceso   docente-educativo  con  el  contexto  social  y  la 
contradicción  entre   centralización  y  descentralización  del  proceso  docente-educativo.  Esta 
relación implica al medio ambiente  y sus ecosistemas, como complejo de interacciones 
sociedad-naturaleza. 
  La relación entre la derivación y la integración en el proceso docente-educativo, retomada 
para argumentar la aplicación de los contenidos en el contexto territorial, lo que contribuye a 
que la asignatura sea un sistema que tienda, en su integración, a acercar se a la vida.
  La ley didáctica sobre la educación mediante la instrucción  (Álvarez, 1996: 62); asumiendo a 
la vez: 
-   La relación entre la profundización en los conocimientos y el desarrollo de habilidades    con 
la formación de convicciones y    puntos de vista, así como de las actitudes que favorecen la 
participación. 
-  La contribución de las asignaturas a la instrucción acerca de la protección de la naturaleza, 
partiendo de sus propios contenidos, y la importancia de aprovechar sus potencialidades 
educativas. 
1.5. Breves consideraciones didácticas para la educación ambientalista y ecosistémica.  
El  análisis  histórico  de  la  relación  hombre-ambiente  nos   condujo  a   un  conjunto  de  ideas  y 
posiciones, que pasaron a formar parte de la fundamentación de estas  breves  consideraciones 
didácticas. Entre las afirmaciones más generales en este campo resumimos: 
  El incremento de los conocimientos ecológicos viabiliza, de forma creciente, la posibilidad 
de optimización de las relaciones del hombre con el resto  de los representantes de 
la biosfera. 
  La ciencia y la tecnología han gestado el caudal cognoscitivo que permitir un nuevo  tipo de 
relación, sobre una base más sólida. 
El   biosferocentrismo  se  refleja  en  este  estudio  como  un   enfoque  de   la   relación  hombre naturaleza,  que  toma  en  consideración   a  todas  las  formas  de  vida  con  que  compartimos  este 
planeta.  En este accionar la educación ambiental  y ecosistémica tiene una importante función, 
constituyendo unas de las grandes contribuciones del siglo XX.
Las  problemáticas  ambientales  pueden  constituirse  en  problemas  de  enseñanza    en    las 
diferentes asignaturas. Los enfoques interdisciplinario, multidisciplinario y transdisciplinario de 
la  educación   ambiental,   son  importantes  en  la   materialización   de  esta  idea.  Una    de   las 
importantes contribuciones de la Conferencia Intergubernamental de Educación Ambiental de 
Tbilisi (1977)
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fue la elaboración  y el establecimiento de principios, que ayudan a orientar  la
labor educativa en este campo.
En lo relacionado con el enfoque de la educación ambiental a distintos niveles, enfatizando 
en   lo  local,   se   afrontan   contradicciones  en  varios  países,  entre  el  carácter  nacional  de  los 
programas  de   las  asignaturas  y  el  marco  contextual  del  proceso   docente-educativo.  De  aquí, 
derivamos  que  la  educación  ambiental   debe  estructurarse  con   un  nivel  adecuado  de 
descentralización  del   proceso   docente  educativo,  tomando  como  punto  de  partida  el  enfoque 
territorial; se define al territorio, de modo general, como la porción de naturaleza y espacio en 
que  una  sociedad,  o  parte   definida   de  ella,   encuentra  los  recursos  y  las  condiciones   para 
satisfacer  sus   necesidades,   y   apreciamos  su   importancia   como   marco   de  proyectos  de 
educación ambiental, teniendo en cuenta, entre otros aspectos, la diferenciación territorial de 
los problemas ambientales. 
Hay   una   relación  importante  entre  la   descentralización   de   la  educación   ambiental   y  la 
participación de los alumnos en la organización de experiencias y soluciones alternativas. 
Es evidente que la participación debe estar  altamente ligada a la contextualización de las 
propuestas,  que  también  es  un  marco   en  que   los   alumnos  pueden  cumplir  un  principio 
importante,   el   de  descubrir   síntomas   y   causas  de  los   problemas   ambientales   en 
correspondencia   con  los  contenidos  que  estudian  en   los  centros  docentes.  Vincular   la 
educación ambiental  al territorio provincial, municipal, cantonal, parroquial, entre otros,  favorece 
la  integración  de  sus  contenidos,   ante   los  problemas  ambientales  de  esos  ámbitos,  y  la 
participación de los alumnos en la solución de esos problemas, trabajándose aparejadamente el 
valor responsabilidad en este.
Evaluamos colateralmente en nuestro trabajo estos aspectos y a la vez decidimos incluir:
  Énfasis en las problemáticas de carácter territorial.
  Jerarquización de estas problemáticas.
  Enfoque biosferocentrista de la relación hombre-naturaleza.
  Desarrollo sostenible vinculado a la calidad de la vida.
  Actualización permanente a la luz de un enfoque dinámico de la problemática ambiental.
  Priorización del aspecto participativo, bajo el enfoque de la investigación-acción.
  Desarrollo de habilidades intelectuales, enfatizando en la valoración (de efectos, causas y 
soluciones posibles). 
Estos son elementos a reflexionar y  considerar en la selección  del contenido didáctico orientados
hacia   problemas   del   medio  ambiente  y  sus  ecosistemas.  No  obstante  reconocemos  otras 
habilidades  importantes,  estas  son:  observar  (zonas,    objetos),   identificar   (especies,   otros 
objetos)    y  argumentar  (importancia,  relaciones,  interacciones);  además,   una  habilidad 
integradora: proteger. 
2. Conclusiones
Nuestro  trabajo  no  pretendió  agotar  esta  importante  temática,  correspondiéndonos  solamente  el 
deber  de  incentivar  a  la  comunidad  científica  internacional  a  reflexionar  y  ampliar  sobre  las 
distintas aristas en que el mismo puede ser doctrinalmente tratado.
La  vitalidad  y  oportunidad  de  lograr  la  relación  de  la  estructuración  del  trabajo  académico  de 
educación ambiental sobre la base de solucionar problemas concretos que se presentan a nivel 
local  y provincia, con la promoción del estudio de la legalidad ambiental y su cumplimiento, en 
alumnos, profesores y profesionales en sentido general, es un punto de partida conclusivo al cual 
arribamos,  el  cual  permite  su  identificación  y  ejecución  de  tareas  operativamente  más  viables  y 
solubles.
Desde la educación se hace necesario la constante promoción a incorporar las actualizaciones de 
temas medioambientales en los planes de estudios, radicando su éxito en su apoyo   en métodos 
participativos de enseñanza (de elaboración conjunta y de trabajo independiente, entre otros 
)   ;  así  mismo,   debe  aprovechar  las  experiencias  de  la   investigación-acción  (apoyados  en  el 
trabajo extraescolar), tomando de ella su enfoque generalizado, e incluyendo el estudio de caso 
extensivo, por sus ventajas en cuanto a su carácter concreto, clarificador y de comprometer a los 
alumnos en las acciones de solución.
Opinamos  que  una  propuesta  didáctica  integradora,  en  el  campo   de  la  educación  ambiental, 
puede apoyarse en muchos elementos de la investigación participativa  (el carácter democrático, 
el aprender haciendo, el énfasis en la comunicación interpersonal, los estudios en situaciones 
naturales  y  el  carácter  transformador),  la  que,  como  variante  de  la  investigación-acción,  hace 
confluir  tres  procesos:  el  investigativo,   el  educativo  y  el  de  desarrollo  y  transformación  de  la 
realidad. 
3. Recomendaciones.
  La   problemática  del  medio  ambiente  debe  ser  analizada   como   la  principal   fuente   del 
contenido de la educación ambiental, atendiendo a su dinámica y a su jerarquización.
  Constituye una tarea impostergable la determinación del contenido ambientalista de 
cada disciplina y asignatura, con enfoque interdisciplinario y transdisciplinario, así  como 
la  metodología  del  tratamiento  de  estos  contenidos,  los  cuales  deben  estar  en 
correspondencia  con  la  problemática  ambiental   vinculada  a   la  materia  o  la  especialidad, 
contextualizados e integrados a un nivel territorial. 
  El   biosferocentrismo   debe  asumirse  como  un  importante   aspecto  del   contenido  de  la 
enseñanza, ante las relaciones contradictorias entre lo antrópico y lo biosférico. 
  El desarrollo sostenible, teniendo como centro la calidad de 
  la vida, es un elemento básico de la educación a mbiental contemporánea. 
  A    partir   de   la   comprensión   del   concepto    de    desarrollo  sostenible,   la   educación 
ambiental exige un contenido que incorpore prioritariamente lo territorial ( en los territorios 
agropecuarios se deben incluir temas tales como: la lombricultura, el control biológico 
de plagas, la cría de fauna silvestre en libertad, la acuicultura, la repoblación faunística  y 
forestal, y el incremento de la productividad agropecuaria, entre otros). 
  Es conveniente estimular el  desarrollo de  las  posibilidades creativas  del profesor  y las 
potencialidades   participativas   de  los   alumnos,   como  sujetos  del   proceso   docente educativo;   que  actúen   como  pensadores  activos,  reveladores  de   conocimientos   y 
soluciones, con iniciativa y responsabilidad, de modo que admitan el correspondiente grado de 
incertidumbre. 
  Debemos enfatizar en la toma de decisiones y la realización de acciones ante problemas 
ambientales,  en  correspondencia   con   la  investigación   participativa.   Que  el   proceso 
docente-educativo  establezca   nuevos  tipos  de  relaciones  sobre  el  principio   de   la 
participación. 
  En la formación permanente de los alumnos y los profesores, deben tenerse en cuenta 
las particularidades de la cultura de los factores involucrados. 

Referencias bibliográficas.

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Varela, F. (1992): “Miscelánea filosófica”, Editorial Pueblo y Educación, La Habana. 
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Científico-Técnica, La Habana. 
Yablokov,  A.  y   Ostroumov,  S.   (1984):  “Conservación  de  la  naturaleza   viva:  problemas  y 
perspectivas”, Editorial  Unestorgizdad, Moscú.

Notas al pie.
1. El presidente de los Estados Unidos, Franklin Pierce, envía en 1854 una oferta al jefe Seattle, de la tribu Suwamish, para 
comprarle los territorios del noroeste de los Estados Unidos que hoy forman el Estado de Washington. A cambio, promete 
crear una “reservación” para el pueblo indígena. El jefe Seattle responde en 1855.
2. Ver: (Génesis 1:26),  Dios crea esta tierra y su cielo y todas las formas de vida en seis días —  Se describen los hechos 
de cada día de la Creación — Dios crea al hombre, varón y hembra, a Su propia imagen — Se da dominio al hombre sobre 
todas las cosas, y se le manda multiplicarse y henchir la tierra.
3. Ver Obras escogidas de Marx y Engels, de 1976. En esta detallan: "nuestro dominio sobre la naturaleza no se parece 
en nada al dominio de alguien situado fuera de ella. Nosotros, por nuestra sangre y nuestro cerebro, pertenecemos a la 
naturaleza, nos encontramos en su seno y todo nuestro dominio sobre ella consiste en que, a diferencia de los 
demás seres, somos capaces de conocer sus leyes y de aplicarlas adecuadamente".
4. En el siglo XIX, el naturalista británico Charles Darwin formuló sobre bases científicas la moderna teoría de la evolución 
en  su  obra El  origen  de  las  especies (1859),  también  las  más  airadas  reacciones  procedieron  de  los  estamentos 
eclesiásticos: el modelo evolutivo cuestionaba el origen divino de la vida y del hombre. Una vez más (y en ello reside la 
trascendencia  histórica  de  la  obra  de  Darwin),  los  avances  científicos  socavaban  convicciones  firmemente  arraigadas, 
dando inicio a un cambio de mentalidad de magnitud comparable al de la revolución copernicana.
5. La teoría de las formas o teoría de las ideas  es una de las bases de la filosofía platónica. Procede de una división entre 
un  mundo  de  cosas  sensibles,  (mundo  sensible)  y  otro  que  no  se  puede  percibir  por  medio  de  los  sentidos  (mundo 
inteligible) donde habitan las ideas. El autor contempla dichas ideas como la estructura, los modelos a partir de los cuales 
se basan las cosas físicas, que no son más que copias imperfectas de aquellas. Para Platón en el mundo de las ideas no 
existen  la dualidad  ni  el  cambio;  es  el  mundo  de  lo que  realmente  es.  En  oposición  a  éste  nos  encontramos  el mundo 
sensible, o realidad aparente, la cual es reflejo del primero y en el cual nos hallamos, que no es; sin embargo tiene algo de 
real  por  su participación en  lo  inteligible.  De  este  modo  Platón  acaba  con  la antinomia de Heráclito y Parménides (o 
problema de lo uno y lo múltiple) pues las cosas cambian en el mundo material y son inmutables y eternas en el inteligible.
6.  La noción aristotélica de causa es más amplia que la  actual; nosotros entendemos por causa sólo lo que Aristóteles 
llamaba causa eficiente y causa final. Para este filósofo causa es todo principio del ser, aquello de lo que de algún modo 
depende la existencia de un ente; o de otro modo: todo factor al que nos tenemos que referir para explicar un proceso 
cualquiera. Para  entender  cualquier  ente  debemos fijarnos  en  cuatro  aspectos  fundamentales  (cuatro  causas):  la causa 
material o aquello de lo que está hecho algo; la causa formal o aquello que un objeto es; la causa eficiente o aquello que ha 
producido ese algo y la causa final o aquello para lo que existe ese algo, a lo cual tiende o puede llegar a ser.
7. Ver: A.V, Yablokov, Conservación de la naturaleza viva: problemas y perspectivas, 1984 pp.219-220). A  finales del 
siglo XIX y vinculado a los estudios agrícolas, F.V. Liebig fue develando el ciclo de los elementos, aspecto d e 
notable incidencia en el contenido de la ecología, rama esta última que alcanza su expansión en la década del 50 
al 60, del siglo XX. 
8. Gregor Johann Mendel, fue un monje agustino católico y naturalista nacido en Heinzendorf, Austria, quien descubrió, por 
medio  de  los  trabajos  que  llevó  a  cabo  con  diferentes  variedades  del  guisante  o  arveja  (Pisum  sativum),  las  hoy 
llamadas leyes de Mendel que dieron origen a la herencia genética. Los primeros trabajos en genética fueron realizados 
por Mendel. Inicialmente efectuó cruces de semillas, las cuales se particularizaron por salir de diferentes estilos y algunas 
de su misma forma. En sus resultados encontró caracteres, los cuales, según el alelo sea dominante o recesivo, pueden 
expresarse de distintas maneras. Los alelos dominantes, se caracterizan por determinar el efecto de un gen y los recesivos 
por no tener efecto genético (dígase, expresión) sobre un fenotipo heterocigótico.
9. Ver: Distintos análisis y doctrinas abordadas por los siguientes autores sobre las actitudes y sus cambios: Lamberth, J. 
(1980):  “Psicología  Social”,  Editorial  Pirámide,  Madrid;  Domínguez,  D.  (2000):  “  Pedagogía  Ambiental:  propuestas  de 
cambio para una sociedad comprometida”, Cooperativa Universitaria Sant Jordi, Barcelona;  Morales, P. (2000): “Medición 
de actitudes y educación: Construcción de escalas y problemas metodológicos”, Universidad Pontificia Comillas, Madrid; 
Llopis,  J  y  Ballester,  M.  (2001):  “Valores  y  actitudes  en  educación:  Teorías  y  estrategias  educativas,  Editorial  Tirant  lo 
Blanch, Valencia; Cano, J. (2002): “La ecoescuela. Una fórmula para la educación ambiental”, Sevilla: Junta de AndalucíaCECJA; Fernández, R.; Hueto, A.; Rodríguez, L. y Marcén, C. (2003). ¿Qué miden las escalas de actitudes? Análisis de un 
ejemplo  para  conocer  la  actitud  hacia  los  residuos  urbanos.  Ecosistemas  2003/2.  Disponible  en 
www.aeet.org/Ecosistemas/032/educativa1.htm. Consultado en 27/11/2016 a las 20:28. 
10.  En  los  textos  de  Vygotski  se  encuentran  presentes  varios  conceptos  de  especial  relevancia  que  constituyen  sus 
posiciones  teóricas,  tales  como herramientas  psicológicas,  mediación  e  internalización.  Uno  de  los  más  importantes 
conceptos sobre el cual trabajó y al cual dio nombre es el conocido como zona de desarrollo próximo, el cual se engloba 
dentro de su teoría sobre el aprendizaje como camino hacia el desarrollo. Por otra parte, su trabajo contempló a lo largo de 
su  vida  otros  temas,  como:  el  origen  y  el  desarrollo  de  las  funciones  mentales  superiores;  la  filosofía  de  la  ciencia; 
metodologías  de  la  investigación  psicológica;  la  relación  entre  el  aprendizaje  y  el  desarrollo  humano;  la  formación 
conceptual; la relación entre el lenguaje y el pensamiento; la psicología del arte; el juego entendido como un fenómeno 
psicológico;  el  estudio  de  los  trastornos  del  aprendizaje  y  el  desarrollo  humano  anormal  (rama  que  era 
denominada defectología)
Vygotski señalaba que la inteligencia se desarrolla gracias a ciertos instrumentos o herramientas psicológicas que el/la 
niño/a encuentra en su medio ambiente (entorno), entre los que el lenguaje se considera la herramienta fundamental. Estas 
herramientas  amplían  las  habilidades  mentales  como  la  atención,  memoria,  concentración,  etc.  De  esta  manera,  la 
actividad práctica en la que se involucra el/la niño/a sería interiorizada en actividades mentales cada  vez más complejas 
gracias a las palabras, fuente de la formación conceptual. La carencia de dichas herramientas influye directamente en el 
nivel de pensamiento abstracto que el niño pueda alcanzar.
11.  De acuerdo con el criterio de algunos autores, se ha  arribado a diferentes sistemas de leyes o relaciones didácticas: 
(Babanski, 1982), (Klingberg, 1985)

(Álvarez,1999) :  En función de nuestros propósitos, hemos declarado un sistema de 
leyes  /  relaciones  dialécticas  que  se  manifiestan  en  el  proceso  de  enseñ anza  aprendizaje  y  que,  evidentemente,  tiene 
puntos de contacto con otros sistemas expuestos por otros autores, en este caso la singularidad de nuestro sistema está 
en la apreciación que se tiene del comportamiento de las relaciones que se establecen entre los componentes del proceso; 
entre las que se destacan:  Relación objetivo  –  contenido  –  método; Relación diagnóstico –  elemento causal  –  resultado; 
Relación educación  –  desarrollo; Relación entre lo general y lo particular del contenido; Relación entre la  inducción y la 
deducción y Relación escuela – familia – comunidad / sociedad.
12. En la misma se declararon elementos importantes, tales como: La educación ambiental debe impartirse a personas de 
todas las edades, a todos los niveles y en el marco de la educación formal y no formal. Los medios de comunicación social 
tienen la gran responsabilidad de poner sus enormes recursos al servicio de esa misión educativa. Los especialistas en 
cuestiones del medio ambiente, así como aquellos cuyas acciones y decisiones pueden repercutir de manera perceptible 
en  el  medio  ambiente,  han  de  recibir  en  el  curso  de  su  formación  los  conocimientos  y  aptitudes  necesarios  y  adquirir 
plenamente el sentido de sus responsabilidades a ese respecto. La educación ambiental, debidamente entendida, debería 
constituir  una  educación  permanente  general  que  reaccionara  a  los  cambios  que  se  producen  en  un  mundo  en  rápida 
evolución. Esa educación debería preparar al individuo mediante la comprensión de los principales problemas del mundo 
contemporáneo,  proporcionándole  conocimientos  técnicos  y  las  cualidades  necesarias  para  desempeñar  una  función 
productiva con miras a mejorar la vida y proteger el medio ambiente, prestando la debida atención a los valores éticos. Al 
adoptar  un  enfoque  global,  enraizado  en  una  amplia  base  interdisciplinaria,  la  educación  ambiental  crea  de  nuevo  una 
perspectiva general dentro de la cual se reconoce la existencia de una profunda interdependencia entre el medio natural y 
el medio artificial.  Esa  educación  contribuye  a  poner  de manifiesto  la continuidad  permanente  que  vincula los  actos  del 
presente a las consecuencias del futuro; demuestra además la interdependencia entre las comunidades nacionales y la 
necesaria solidaridad entre todo el género humano. La educación  ambiental ha de orientarse hacia la comunidad. Debería 
interesar al individuo en un proceso activo para resolver los problemas en el contexto de realidades específicas y debería 
fomentar la iniciativa, el sentido de la responsabilidad y el empeño de edifi car un mañana mejor. Por su propia naturaleza, 

la educación ambiental puede contribuir poderosamente a renovar el proceso educativo.
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Bibliography:
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